Quiero a alguien con quien compartir
el resto de mi vida,
mis pensamientos más profundos
y que conozca mis detalles más íntimos.
Alguien que se quede a mi lado
y me apoye.
Y a cambio
recibirá mi apoyo.
Ella me escuchará
cuando yo quiera hablar
sobre el mundo en el que vivimos
y sobre la vida en general.
Y, aunque esté equivocado
y mis ideas estén pervertidas,
ella me escuchará.
Y, aunque no sea de un modo fácil,
se convencerá de mi opinión.
De hecho, a menudo no estará de acuerdo conmigo,
pero, finalmente,
me entenderá.
Quiero a alguien que se preocupe
por mí apasionadamente
en cada pensamiento
y en cada aliento.
Alguien que me ayude a ver las cosas
con una luz diferente
y todas las cosas que detesto
casi me acaben gustando.
No quiero estar atado
a las cuerdas de nadie.
Trato cuidadosamente de evitar
esta situación.
Pero cuando me quedo dormido
quiero a alguien
que me rodee con sus brazos
y me bese tiernamente.
Aunque este tipo de cosas
me ponen enfermo,
en un caso como este
lo haría sin dudarlo.
viernes, 8 de agosto de 2008
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2 comentarios:
Una canción preciosa, si señor. De esas pa escuchar entre los brazos de un maromo que te susurra al oido.
Que bonita!
Au!
Sí que es bonita, sí.
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