En este instante, breve y duro instante,
¡cuántas bocas de amor están unidas,
cuántas vidas se cuelgan de otras vidas
exhaustas en su entrega palpitante!
Fugaz como el destello de un diamante,
¡qué de manos absurdamente asidas
quieren cerrar las más leves salidas
a su huida perpetua e incesante!
Lentos, aquí y allá, y adormecidos,
¡tantos labios elevan espirales
de besos!... Sí, en este instante, ahora
que ya pasó, que ya lo hube perdido,
del cual conservo sólo los cristales
rotos, primera ruina de la aurora.
Ángel González en Áspero Mundo (1956)
martes, 2 de marzo de 2010
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3 comentarios:
Creo que no olvidaré a Ángel Gonzalez...¡Que hermoso poema!
Gracias Franelo, por compartirlo.
Gracias a ti, Sofi. Cierto es que es precioso. A veces necesito volver a sus poemas. Ángel es definitivamente inolvidable.
El poema es nuevo para mí. Gracias por publicarlo.
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