sábado, 27 de diciembre de 2008

A la sombra de un león




Llegó
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad.
Compró
suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león.
"
¿Qué tal?
estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón
".

Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el interno dieciséis.
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le mangó en El Corte Inglés.

Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener.
Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar.
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.



J. Sabina y Ana Belén - A la sombra de un león.

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