Cómo me mola esta canción desde que salió, hará casi veinte años. Y cómo cobran sentido las letras de las canciones de repente… Qué grande es Diego Vasallo, en esta ocasión en Cabaret Pop.
Tú, dulce ambición, fruta fatal,
que yo mordí sin razón.
Jugué a juegos de amor
sin sospechar aquel amargo sabor
a dolor, a dolor.
Y ahora vivo aquí donde cruza la frontera.
Entre la razón y una inútil ilusión
traicionera.
Hoy le pido a Dios no descubrir
aún el final de los dos.
Voy sin dirección buscando más
prohibidos juegos de amor
y dolor, y dolor.
Fue clemente el juez
sólo el tiempo es mi condena.
Y ahora vagaré de la mano de cualquier
alma en pena.
Y tú la negra flor de mi jardín,
veneno dulce y mortal.
Mujer, sueño real, no pienses más.
Si ya no estoy por aquí
y a llamar, al portal.
Y ahora vivo aquí donde cruza la frontera.
Entre la razón y una inútil ilusión
traicionera.
Tú, dulce ambición, fruta fatal,
que yo mordí sin razón.
Jugué a juegos de amor
sin sospechar aquel amargo sabor
a dolor, a dolor.
Y ahora vivo aquí donde cruza la frontera.
Entre la razón y una inútil ilusión
traicionera.
Hoy le pido a Dios no descubrir
aún el final de los dos.
Voy sin dirección buscando más
prohibidos juegos de amor
y dolor, y dolor.
Fue clemente el juez
sólo el tiempo es mi condena.
Y ahora vagaré de la mano de cualquier
alma en pena.
Y tú la negra flor de mi jardín,
veneno dulce y mortal.
Mujer, sueño real, no pienses más.
Si ya no estoy por aquí
y a llamar, al portal.
Y ahora vivo aquí donde cruza la frontera.
Entre la razón y una inútil ilusión
traicionera.
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